A nuestro alrededor, en lo cotidiano y en lo no tanto
siempre hay cambios, hay evoluciones y hay retrocesos. Pero nada se queda en el
mismo lugar y por eso estamos obligados a seguir esos cambios y adaptarnos a
ellos. Si llega el verano cortamos uno que otro pantalón, si se acaban las
vacaciones nos vemos en la obligación de
abandonar nuestro buen amigo sofá y cambiarlo por algunos libros para la
universidad y así sucesivamente. Si nos quedamos en lo mismo, perdemos. Y es así
también como la amistad a veces puede cambiar sin darnos cuenta.
Cuenta la leyenda que al principio de todo Señor Haka y yo
comenzamos una amistad nada fuera de lo común, disfrutábamos de nuestra compañía
pero nunca fue algo tan cercano, quizás por el hecho de que siempre hubo algún interés
diferente por ambas partes.
Un día pensamos en que no había nada de malo en mezclar
algunas cosas, el estaba completamente soltero, yo también y ambos teníamos muchas
cosas en común. Todo iba viento en popa pero hasta que un día, no me pregunten
si fue el verano, el sol en nuestra
piel, el calentamiento global o simplemente la liberación de las vacaciones
donde toda nuestra amistad se fue por la borda y las confusiones y antiguos
tratos quedaron en el olvido; más que amigos con ciertos privilegios parecíamos
algo más que amigos pero menos que un amor. Esas confunciones llevaron a peleas
y a casi perdernos por completo. El
tiempo paso y la distancia apareció de un día para otro. Yo tuve la oportunidad
de reencontrarme con el mar y a lo que yo volvía el tenia la oportunidad de un
merecido descanso lejos de las tierras de chile. Todo parecía de lo mejor para
mi ya no era tan mi amigo y ya tenía más
que claro que como pareja Señor haka y yo no tenía por donde encajar.
Siempre han dicho que la distancia y el tiempo hace lo suyo.
Con señor cool resultó. Con señor haka también. Pero no en el hecho de
olvidarlo, más bien me ayudo para darme cuenta de lo cuán importante era para mí
como amigo y lo mucho que me divertía con sus estupideces y su forma extraña de
hacerme reír. Si algo debo rescatar de mi amigo es que aunque hiciéramos nada,
el tiempo con él jamás era perdido, incluso podíamos solo dormir juntos y eso
ya era un panorama. incluso ha sido uno de los pocos hombres que ha aguantado tanto mis cambios de humor repentinos debidos al estrés o los llamados dias R.
Creí por un momento que todo lo que paso entre nosotros podía
acabar con esa amistad que jamás creí que podia tener con él, sin embargo los pasos de
amistad a amor y de amor a amistad es posible.
La amistad pasa cualquier obstáculo, y aunque pases tiempo
sin saber de esa persona, no la debilita, la hace aun más fuerte y si no sucede
eso es porque nunca lo fue así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario