Sabes que la vida y las cosas están en un continuo cambio y movimiento, lo que no sabes es cuando ocurrirán. De pronto abres la cortina de la ventana de tu habitación y te enfrentas a cosas que jamás se te pasaron por la mente que aparecerían ahí. De pronto vez una luz que llega hasta el cielo al lado del costanera center (se trata, yo creo, de alguna nueva inauguración de algún centro de evento nuevo, o alguna nueva edificación, que se yo, no soy de las personas que sabe lo que pasa minuto a minuto) o vez la nueva decoración navideña de la calle los leones; un sinfín de luces rojas.
Pero lo que más te impresiona es cuando se desmoronan cosas que creías imposibles de derribar y jamás te imaginas como seria ese día y vives tu vida descuidadamente, porque claro te confías de la fortaleza de lo que sea que construiste. Así también lo creía el imperio egipcio, el imperio romano y entre otros. Que por muy fuertes que eran, un día todo esto cambio y cayeron frente a sus enemigos. Ya sea porque descuidaron sus fortalezas, o se ablandaron frente al enemigo y lo dejaron entrar bajo un engaño, una ilusión óptica. Pero cuando ya se habían dado cuenta de todo esto era demasiado tarde y el arrepentimiento llegaba a ellos.
De pronto me vi envuelta en todo este tema, mi día iba calmado, algo aburrido y cansada de todos los exámenes que he tenido que rendir para ser exacta. Pero en un instante la paz que tanto tenía en mi vida desapareció justo cuando apareció Señor Extraño. Si bien partimos conversando tranquilamente sin ningún problema, en un par de segundos comenzamos a discutir todo debido a que el me dijo un comentario sobre que no le gustaban las mujeres yoyo (mujeres yoyo: dícese de la mujer que habla solo de ella) y que yo estaba comportándome como una y que siempre era así. Me disguste por supuesto, porque si bien me tengo bastante amor propio no era una mujer yoyo, solo le contaba lo que pensaba y lo que quería hacer en el verano ¿es acaso un delito querer compartir las cosas que tienes pensado hacer? ¿era acaso que yo estaba equivocada y debía omitir mi forma de ser para agradarle? La respuesta era obvia, un NO rotundo. Empezamos a discutir y salieron temas que no habíamos hablado que yo mil veces le dije que por favor se alejara de mi porque no me hacia bien pero el insistía en hablarme, insistía en que no quería perder el contacto, sin embargo me lleve una desagradable sorpresa comenzó a decir que yo era la que le había hablado etc. etc. Si hay una cosa que no soporto es que digan cosas que yo jamás he hecho.
La guerra no finalizaba y como buena emperadora del imperio atacado trate de no demostrar debilidad frente a mis fieles, que en este caso eran mis hermanos que veían la tv junto a mí, aunque por dentro estuviera destrozada y con ganas de llorar. Me di cuenta en ese momento que el imperio extraño había invadido el mío, pero fue cuando decidí protegerlo darme cuenta que fueron muchos los tratados de no invadir al otro incumplidos, y tras esta forma de ataque decidí que era tiempo de acabar con todo. Fue entonces cuando después de decir todo lo que debía decir lo borre de todas las partes en que estaba escrito su nombre: celular, MSN, etc. Fue el fin del imperio Extraño. Señor Extraño no volvería a aparecer en ningún otro artículo de mi vida.
Sé que ahora duele ver todo lo que ha sido derrotado, se que asustan un poco los cambios, pero mañana es otro día, ya el edificio nuevo no tendrá luz de inauguración, quizás aparezca otra, las luces navideñas se cambiaran por las de año nuevo y así con todas las cosas.
El mundo cambia y hay que adaptarse a cada nuevo cambio.