Once upon a time, one girl… perdón me equivoque estoy algo confundida entre una charla que tuve ayer donde el hombre que hablaba tenía un ingles británico perfecto con una proyección de voz increíble (no, increíble no porque creo que me he escuchado hablar más fuerte cuando me enfurezco o algo por el estilo), mas mis clases de ingles y la película que estaba viendo. Mejor volvamos al punto.
Había una vez, una chica, que vivía su vida tranquilamente. No, no tranquilamente, digamos que disfrutaba su vida como a ella le gustaba. Su nombre, Paula. (si soy yo). A ella le gusta reír cada vez que pudiera incluso cuando algo que decía la gente era muy fome, de todos modos se reía, no por educación, si no porque le causaba gracia el hecho de que fuera tan fome el chiste. Vivía su vida de soltera como se debía, eso sí sin aprovecharse de lo que esto significaba, siempre manteniendo su perfil. Le gustaba la sensación que tenia de poder pensar lo que quería sin que nada tratara de atornillarle un pensamiento en su cabecita loca. Pero un día apareció sin aviso previo frente a sus ojos lo que la gente llamaba “confusión”.
Todo me ocurrió mientras hablaba con Florencia, y le contaba que hace un tiempo me había dado cuenta que para muchos ejemplos estaba ocupando mucho el nombre de Señor JD, lo cual me causaba algo de extrañeza. Es posible le dije que señor JD me atraiga pero no estaba segura de eso.
Atraer por cierto no es como todas las personas dicen que es. No es lo mismo que gustar, ni tampoco lo mismo que enamorarse, ni por ningún motivo es lo mismo que querer o amar a alguien. Es algo más básico, es como estar en una especie de cuerda floja, un día te puede gustar mas o un día puedes simplemente olvidarte de ese sentimiento de confusión en tu mente. Puedes ser tú la persona que intensifique esta sensación o que la anule. Yo quería hacer uno o lo otro obviamente no quería seguir estando en la cuerda floja. Tuve una idea y le dije a Florencia lo que haría. No fue algo que pensará mucho, me caracterizo por ser una persona algo impulsiva lo que a veces es bueno y otras es malo. Fue mas como cuando piensas en hacerte un tatuaje. No puedes pensar mucho en esto porque te entraría el miedo al dolor, a contraer enfermedades, o a la duda de que si después te gustaría seguir teniéndolo. No fue como cuando por primera vez te vas a hacer tu depilación estilo brasileña, que ahí piensas en mil cosas y te demoras un par de días en tomar la decisión.
Obviamente la idea en mi cabeza se veía mucho más linda y más cercana a una película romántica, que como sucedería en realidad. Si bien sabia que esto no podía resultar como esperaba, la idea principal era que si y tenia más fuerza que la segunda. De haber tenido más seguridad en la segunda opción de película, obviamente no me hubiera atrevido a llevarla a cabo.
Entonces traje a la realidad mi idea para terminar con una vez por todas con la angustia de saber que hacía. Y fue entonces al momento de pararme frente a mi objetivo y dejar que mi impulsividad saliera me di cuenta que esto no iba a ningún lado.
si bien las cosas no salieron como era la idea, cumplí mi objetivo que era terminar con la interminable confusión.
Isidora, a quien también le conté mi alocada idea, me dijo que definitivamente esto demostraba lo fuerte, impulsiva y extraña que era mi personalidad y que definitivamente mis tacones sabían donde pisaban.
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