DOS PLANETAS, UNA ORBITA

Hombres y mujeres somos tan distintos? Muchas veces hacemos la diferencia entre hombres y mujeres y distintas actividades. Por ejemplo hoy mientras me arreglaba para ir a la universidad escuchaba a distintas personas del género masculino y femenino, hablando de lo que la mujer necesitaba o quería cuando tenía sexo. Según un sexólogo decía que la mujer buscaba caricias y de un preámbulo antes de el hecho tal, y que después de ya haber tenido sexo la mujer necesitaba nuevamente de ese momento de relajo y de caricias con su pareja para de alguna forma sentirse querida, lo cual el hombre no necesitaba. Según este tipo el hombre era mucho más básico, por ejemplo para llegar al punto de excitación solo bastaba tocar a su amigo y problema resuelto, pero no así la mujer. Hasta que una de las panelistas del programa interrumpió y dijo que para ella este no era el tema, quizás el preámbulo principal sí, pero “el después de” no, ella era feliz con su vaso de jugo al lado. Quizás con tanto cambio en el mundo las mujeres ya no pensamos de la misma forma y quizás la teoría de que los hombres son de Marte y las mujeres de Júpiter ya no exista mas. Dicen que las mujeres somos temperamentales que si nos dicen alguna crítica tendemos a victimizarnos y a llorar de inmediato, mientras tanto, los hombres son más agresivos y de cierta forma más fuertes.  ¿será que las mujeres de verdad somos sentimentales  o eran puras mentiras inventadas por los hombres para no sentirse menos?

En ese momento comencé a hablar con Victoria, mi mejor amiga del colegio, le trataba de explicar que no había podido asistir a su fiesta de cumpleaños en la pequeña ciudad, porque el día anterior había tenido una fiesta de aquellas en mi departamento con mis amigos de universidad y que no estaba en condiciones de tomar un bus porque cualquier olor encerrado provocaba que viniera un recuerdo de la noche anterior a mi boca y la sensación no era agradable. Victoria se había molestado mucho porque yo no asistí y lo entendí porque era su fiesta de cumpleaños, lo que no entendí es porque le vino ese ataque de sentimentalismo y me elimino de todas las partes de donde podía ubicarme, lo que fue una señal de que no me quería mas como amiga.  

La verdad es que hasta el día de hoy no he podido entender el porqué de tal enojo, si ella no pudiera asistir a mi cumpleaños y me da el porqué, si, primero me molestaría, pero no lo suficiente para decidir que jamás volveré a hablar con esa persona. Con Florencia e Isidora siempre hemos pensado que somos parte de la evolución de las mujeres, nuestros sentimientos jamás están tan a flor de piel, en mi caso por ejemplo siempre que he estado en una situación crítica con algún hombre ya sea mi pareja o algo que se le parezca, jamás he derramado lagrima alguna, siempre me han dicho que está mal, que no debo guardar mis emociones pero la verdad es que en ese momento no me nacen, es como si las lagrimas tuvieran un autocontrol hasta el momento indicado. Por ejemplo salen cuando se los pido, para conseguir alguna cosa como más tiempo para entregar algo que había olvidado o alguna manipulación pequeña innata en nosotras las mujeres.

En este caso ni las palabras, ni creo que las lagrimas podrían funcionar, además yo no había cometido un error tan grande como para merecer el infierno.

Fue cuando me acorde de Señor interesante y el encuentro a golpes que tuvo con su amigo, se enojaron por un momento, se golpearon un par de veces y después de eso asunto resuelto, todo estaba olvidado. ¿Por qué los hombres podían solucionar así de fácil sus cosas y victoria no podía perdonarme un cumpleaños?

La verdad me imagine en una situación de golpes, no con victoria, solo me imagine la situación para ver el porqué en los hombres funcionaba, pero me vi tan demacrada recibiendo un golpe tras otro y tan anti femenina que trate de olvidarlo por completo. Definitivamente no es mi estilo de vida.

Quizás hombres y mujeres si pertenecemos a lugares completamente distintos y que jamás nos entenderemos del todo. Pero lo que si se es que cuando nuestros sistemas solares coinciden no solo nos entendemos, sino que también formamos una sola constelación y podemos ver mil estrellas, un fenómeno que puede ocurrir una vez al mes como también todos los días y sobre eso no hay duda alguna.