VACACIONES ASEGURADAS

En un día podemos tomar más de mil decisiones, como ir al baño, que es lo que vamos a comer, decir si, decir no, decisiones que pensamos mucho, otras que no tanto y otras que simplemente se nos salen de la boca como un vomito verbal y que luego decimos ¿fui yo la que hizo esto?

Hace un tiempo con Isidora y Florencia tomamos la decisión de ir a pichilemu tras ver frustradas nuestras vacaciones en la serena, lo pensamos y lo pensamos y lo decidimos, pero luego tomamos una decisión más que rápida sin pensar en si resultaría y fue en arrendar una casa que la única forma en que saliéramos victoriosas era encontrar mínimo 5 arrendatarios para lograr pagar la casa.  Señor inesperado también iría en la misma fecha que nosotras y me informo que con unos amigos quería ir. Le conté de esto a Isidora y Florencia y vimos que ya la casa estaba  más que pagada con ellos en la lista de arrendatarios, aunque nada de esto estaba confirmado.  

Sin darnos cuenta con Isidora ya estábamos pagando el adelanto para tener la casa reservada. Esta fue una de las decisiones mas rápidas y menos pensada que tomamos, ¿Qué pasaría si  Señor inesperado decía que no? ¿tendríamos que tomar una esquina de pichilemu? Ajaja no eso jamás.

¿Qué es lo que viene después de una decisión sin pensar? Buscar una solución desesperada. Vinieron momentos de desesperación de pensar en que si había sido la mejor opción arrendar una casa sin estar seguras de después poder pagarla. Vino a mí como nunca mi fe en dios y todos las noche rogaba porque Señor inesperado nos diera una respuesta afirmativa de lo contrario nos volveríamos artesanas de la playa vendiendo aros y esas cosas o busca tesoros en la playa.

Para frenar nuestra estado de expectación y asegurarnos de tener tiempo para encontrar otros arrendatarios en caso de que Señor inesperado no pueda ir con sus amigos, le dimos un ultimátum, la respuesta debíamos recibirla el lunes a mas tardar de lo contrario sus cupos en la casa ya no estarían en el primer lugar de la lista de espera.

Hasta que al final llego el lunes y el estado de frustración de no saber qué pasaría era muy grande hasta que dieron las 4 y llame a Señor Inesperado ¿y qué recibí?  Las mejores noticias que puedes tener, mejores que ver solo una rayita en el test de embarazo y no dos, mejor que ganarte un auto en sábado gigante, muchísimo mejor que encontrar un vestido de tu talla de temporada y en oferta. Teníamos casa, arrendatarios ahora solo faltaba tener nuestras maletas listas para partir.

¿Cuántas son las probabilidades que las cosas hubieran salido bien? Como todas las cosas era 50% que funcionaran 50% de que no, para nuestra suerte todo salió bien.

Creo que las vacaciones en pichilemu serán las mejores en mucho tiempo, con Florencia la mas recatada más atrevida, con Isidora con ganas de portarse “mal” y yo con las mismas energía de disfrutar mi vida que siempre me han caracterizado.

Lejos la mejor decisión menos pensada que pudimos tomar.