Nos pasamos la vida entre debería hacer esto, debería hacer esto otro, y al final ¿Qué hacemos? Nada, simplemente nada. Porque pensamos tanto las cosas, perdemos tanto tiempo en eso que perdemos la oportunidad. Porque así es la vida, la oportunidad no espera por uno si no que uno espera las oportunidades pero cuando las tenemos frente a nuestras narices, no las vemos o simplemente se aburre de esperarnos y se va.
Hace un tiempo decidí que no dejaría pasar más las oportunidades que si seguía pensando tanto en cada paso que daba más miedo tendría de tropezar y menos firme seria mi paso. Fue entonces cuando Damián una vez más me llamó al celular preguntándome que haría esta noche, pensé en el camino que recién había escogido y fue entonces que quedamos de vernos. Sin duda, no me arrepentí de juntarme con él, fue una noche muy entretenida y linda.
El esa noche estaba dispuesto a besarme y no voy a mentir yo también pero había algo que no me dejaba de dar vueltas en mi cabeza, el se iría dentro de unos días aproximadamente 4 días. ¿Qué de bueno podía resultar de todo esto? Era igual que un pastel, ya que tenia fecha de vencimiento a la vista. Pero ¿Qué de malo podría traer? no sé muy bien porque pensamos tanto todo si a veces las cosas son más simple de lo que parecen, pero de todos modos las pensamos una y otra y otra vez, quizás por miedo a cometer un error, a veces el miedo no nos deja disfrutar de muchas cosas.
En el taxi camino a el departamento de su amigo, el se acerco y yo también como si tuviéramos una especie de imán tomo mi cara y me besó. Me di cuenta que había hecho lo correcto.
Nos seguimos viendo, y hablando por celular. Y es inevitable ponerme feliz cada vez que se de él.
Hace unos días volví a agregar a señor extraño a mi lista de contactos de MSN porque estaba segura que ya solo lo veía como amigo, como nada más que un buen amigo. Sin embargo creo que el no. Le he contado que estoy saliendo con Damián y después de eso su actitud cambio completamente, incluso me dijo que esta celoso. ¿Celoso de qué? No entiendo porque me dice esto ahora que ya no siento nada por él, ahora que ya no sirve de nada decir este tipo de cosas, ahora que definitivamente el perdió su oportunidad.
Igual que a la primavera, hoy fue el último día en que pude ver a Damián fue la mejor noche que he tenido en meses, al igual que el eclipse de esa noche, creo que un día así son de los que se dan muy pocas veces al año. Si bien trate de no encariñarme fue algo imposible, su forma de ser libre pero a la vez no, tierno pero no excesivo como para sentirme ahoga (lo que me ha costado mucho últimamente con los hombres que conozco), la forma en que quiere y cuida a sus hermanos , además esas comisuras que se le hacen cada vez que sonríe y en fin miles de características que me encantaron de él. Pero ya sabía a lo que iba y se perfectamente que mi primavera con Damián llego hasta hoy.
De todo lo que hice no me arrepiento, si bien señor extraño me decía que para que salía con alguien que se iría en un par de días más, yo le conteste que si fuera un día o infinitos no había que perder la oportunidad de poder ser feliz los días que sean, de disfrutar de la compañía de alguien. Siempre hay que tomar todas oportunidades porque no sabes cuantas más te puede traer esta.
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